Por fin regresó el dictador a Venezuela tras su gira por medio mundo en busca de soluciones al mas que probable "default" del país que preside. Básicamente tenía dos prioridades, buscar financiación de sus principales "avalistas económicos y ideológicos" China y Rusia y la reactivación del precio del petróleo entre los países de la OPEP. Observando los resultados de la economía criolla en el 2014 y la situación geopolítica de este país, no había que ser ni economista ni muy listo para prever tanto la inutilidad como el fracaso de esta carísima tournée de Maduro.
Si bien es cierto que una inyección de divisas y un repunte al alza en el precio del barril habrían supuesto un respiro a la moribunda economía venezolana, lo habrían hecho de manera momentánea y paliativa, pero en ningún caso de forma definitiva y correctiva. En estos momentos, inyectar divisas provinientes de China no significarían una inversión sólida pues el importe integro de ese préstamo seria destinado a equilibrar la deuda externa, hipotecando de esta manera aun mas los recursos naturales del país, recordemos que China ya inyectó 50.000 millones de dólares en 2007 a cambio de un elevado porcentaje de la producción anual de petróleo, en esta ocasión Nicolas Maduro ofrecía la producción de oro como aval a los 20.000 millones de dólares ¿Por qué ahora China ha dicho no, convirtiendo en un fiasco el viaje? En realidad no ha sido un no rotundo, ha sido un si condicionado a tomar el control de la corporación que gestiona las minas de oro. Y es lógico, en el contexto de crisis mundial, con la deceleración de la economía china, conocedores del mal uso del anterior prestamo con el que se iniciaron varios proyectos en materia de desarrollo que tras ocho años continúan inconclusos y olvidados, la frágil situación política de Maduro y sobre todo, la propia situación de pre-default de Venezuela, convierten a Nicolas Maduro en un "deudor de alto riesgo" al que es prácticamente imposible conceder crédito a no ser que ponga encima de la mesa unas "draconianas" garantías de pago.
Hemos escuchado y leido a Nicolas Maduro hasta la saciedad echándole la culpa de sus males a la espectacular bajada de precios del crudo y a la conspiración de USA con el fracking. Si vemos las horrorosas cifras que arrojó la economía venezolana en los dos primeros trimestres, en los que el precio del barril se mantenía por encima de los 100 dólares, veremos que es otra de las mentiras palmarias de Maduro. Si bien es cierto que la economía en esta región durante 2014 se ha contraído, en ningún caso al nivel de Venezuela, con un PIB del -3% se sitúa como el país 172 en cuanto a desempeño económico en un censo de 176 estados. Por poner un ejemplo cercano, México que también es un país petrolero y que al igual que Venezuela adolece de graves problemas de corrupción y delincuencia creció un 5% Seguramente algún chavista avezado me diría que la diferencia está en el mercado en el que vende México, pues su principal cliente es USA, y si es cierto que México tuvo mejores condiciones, pero no tanto para explicar semejante diferencial. La explicaciones hay que buscarlas en las propias soluciones que Maduro promulgó -la solución a la crisis está en más socialismo- y como si de una amenaza se tratará el esotérico líder chavista lo cumplió. Una disparatada inflación, una delirante política cambista de divisas y aun más irresponsables medidas sociales consiguieron a mediados de 2014 descapitalizar un ya de por si muy empobrecido país, con el consiguiente y mortal finiquito a su capacidad productiva. Maduro y su gobierno han situado a Venezuela en un punto en el que no hay divisas para importar, ni capital interno para producir ni tan siquiera los productos básicos, es decir Maduro ha llevado a la quiebra a Venezuela.
Llegados a este punto, en el que el 95% de la divisas que entran en Venezuela provienen de la exportación de su petróleo podemos entender la desesperación de Maduro y la dimensión del problema del abaratamiento del precio del barril. En cualquier caso, los expertos estiman que el sistema económico venezolano actual seria sostenible con un precio de barril en torno a 120 dólares, algo que desde la propia OPEP se ha asegurado inviable, posibles repuntes al alza si, pero muy lejos del mencionado precio.
Ante este fracaso ¿Qué medidas tomará Nicolas Maduro? Además de "deleitarnos" con toda su retórica victimista y populachera, repleta de mentiras con las que justificar lo injustificable, me temo que vuelva a aplicar como el mismo dice - mas socialismo- o lo que es lo mismo, es hacer poco o nada beneficioso para Venezuela. De nuevo y volviendo al contexto, cabe decir que es año electoral en Venezuela y que este viaje no era mas que una nueva huida hacia adelante en un trayecto delirante hacia el abismo de la quiebra social, política y económica de su pueblo. El esotérico líder bolivariano busca salvar momentáneamente la mas que probable revuelta popular o un posible golpe de estado, y es paradójico que le diga a su pueblo -soy la mayor garantía de paz que tiene este país- cuando para la mayoría de sus ciudadanos el es el principal protagonista del caos que hoy reina en Venezuela. Maduro pretendía ganar tiempo, terminando de manera temporal con las colas en el abastecimiento y aplacar así la ira y frustración de un pueblo desesperado. Siendo realistas con la situación y también con el perfil de reyezuelo corrupto de Maduro, me atrevería a asegurar que en los próximos meses veremos al Maduro mas radical en el ámbito político y al mas populista en el marco socioeconómico ¿Mas aun? Solo hay que analizar sus primeras frases tras desembarcar, vino a decir -gracias pueblo por evitar el golpe de la derecha corrupta y conspiradora- Casi no había puesto un pie en su tierra y ya estaba haciendo campaña, a Maduro no le preocupa realmente la oposición, puesto que la estructura de cinco poderes y la ley de sobrerepresentatividad territorial en el Poder Electoral garantizan la continuidad del régimen bolivariano siempre y cuando sus representantes en las juntas mantengan su fidelidad. Ese será el objetivo real del dictador, afianzar el voto de aquellos que un día hicieron realidad el Chavismo, aunque para ello deba seguir atropellando libertades, inventando conspiradores y intensificando la cultura del favor y la corrupción entre aquellos que habitualmente le apoyan.
Ante esta perspectiva cabe la esperanza de que el pueblo venezolano sea mas "maduro" que el propio Maduro. Ahora que Cuba ha dejado huérfano de argumentos al charlatán en su atolondrada lucha contra el colonialismo yankee, y que dentro del propio partido socialista hay fuertes disensiones, cabe albergar esperanzas de un cambio en el rumbo del país. Son los venezolanos quienes una vez comprobada la ineficacia de un gobierno y más allá, de lo pernicioso de un sistema socio político como el Chavismo, los que deben decidir que hacer con su destino, y sobre todo como hacerlo. Tal es la derrumbre de este sistema y del propio país que medidas revanchistas y drásticas, creo agravarían aun mas la situación y solo contemplo una salida factible bajo el amparo de un verdadero gobierno de unidad nacional transitorio que tenga auténtica voluntad de cambio hacia una nueva Venezuela. Eso si, en esta compleja ecuación capaz de resolver el problema de Venezuela, hay un factor que no debería estar, y se llama Nicolas Maduro.
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